martes, 20 de noviembre de 2007

Aplicar el Principio de la armonía y el equilibrio

Tres recursos que ayudan a aplicar el Principio de la armonía y el equilibrio, a la estresante vida cotidiana:
  • Aceptación de lo inevitable: En las peores circunstancias, nuestro estado de ánimo y hasta nuestra felicidad depende más de la actitud que adoptemos, que de lo que nos sucede.
  • Optimización o transformación de lo negativo en positivo: Si el viento no le viene a favor, se pone en la orientación en que sopla para aprovechar su impulso en su propio beneficio. En cualquier situación grave y frente a cualquier persona problemática se puede optar por uma actitud inteligente y transformar lo negativo en positivo, en el sentido de acumular experiencia y sabiduría personal para el futuro. Siempre es posible encontrar algunos granos de trigo en un camión de paja. Esos granos de trigo son ricas experiencias de inapreciable sabiduría para afrontar con más éxito nuevas situaciones problemáticas.
  • Adoptar la actitud del junco o del mimbre que se doblega, pero sobrevive a cualquier peso o fuerza: Elige de buen grado la "no resistencia", no acusación de nadie, no enrocamiento en tu punto de vista, "tieso y erguido como una caña". Si no luchas para sentirte vencedor, si no necesitas tener razón para afirmarte como persona, si no te resistes para demostrar tu fuerza, si no haces depender tu valía, tu seguridad, tu autoestima o tu felicidad de echarte un pulso constantemente con las cosas, las circunstancias y las personas… te sentirás en plenitud y en paz y armonía contigo mismo y con el universo. Al no tener nada ni nadie de que defenderte y, si no te sientes atacado por nadie, no malgastarás ni tu tiempo ni tus energías en disputas, ni tendrás que justificarte por cómo eres o por qué obras de esta o aquella manera.