sábado, 24 de noviembre de 2007

Amarse a uno mismo

Trabas imaginarias, prejuicios, e inhibiciones nos privan de nuestra espontaneidad, de nuestra respuesta hábil, de nuestra capacidad de fluir y de ser tal cual somos. De registrar y atender nuestras necesidades y dejar ser a los demás.

¡Para qué la vamos a hacer sencilla si la podemos complicar!.

Así sufrimos, nos apagamos, envejecemos.

Un poco de obviedad, un poco de simpleza, un poco de plasticidad pueden orientarnos.
  • ¿Qué tal si cuando no quieres dices que no; cuando te hace daño lo dejas; cuando necesitas pedir lo pides; cuando quieres dar se lo das; y cuando quieres llorar o gritar lo dejas salir?.
  • ¿Qué tal si cuando quieres comunicarte, te abres?. ¡Y cuando estás contento, te ríes!.
  • ¿Qué tal si cuando ves al otro, lo aceptas como es, sin rotularlo?.
  • ¿Qué tal si te quedas aquí y ahora, lo único real, en donde hay tanto que no requiere ni del pasado ni del futuro?.
  • ¿Qué tal si te das a tu esencia y te dejas Ser verdadero?.

Sublime.

La Paleta del Pintor
Claudio Casas