Necesitamos correr riesgos, dar pasos insensatos.
A cada nuevo paso que damos, entramos en la dimensión de la oportunidad. Aprovecharla para progresar es siempre transcendental para el cambio. Solamente tenemos que estar preparados para la fricción del cambio de dimensión. Cada nueva oportunidad es una preciosa piedra que tenemos que pulir para sacarle su mejor talla.
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