Aliméntate correctamente. Come frutas y hortalizas crudas.
Evita los alimentos procesados industrialmente.
Bebe agua y evita el alcohol.
Haz ejercicio. Camina o corre 45 minutos al día.
Duerme las horas necesarias.
Combina esto con baños y cepillados corporales.
Si no cuidas tu cuerpo lo pagarás. Tu cuerpo es tu morada. No hay que regatearle cuidados. Ante todo ámate a ti mismo para poder prodigarte.
Nunca dejes de hacer cuanto esté en tu mano para cuidar tu cuerpo. Cuando sabes lo que quieres, tienes recorrido el 90% del camino.
Los médicos aseguran que gracias al pensamiento positivo, podemos “neutralizar” y “cargar las pilas”. Por consiguiente, ser felices, rodearse de personas positivas, reírse, ver lo positivo de cada situación, es primordial para la salud.
Pasear, cocinar, vivir “con tu energía”, son también actividades que nos ayudan y sobre todo la alegría de vivir. Cuidado, con el estrés, la ansiedad, los enfados, las penas, los temores, que son tus enemigos. Entrénate en dejar pasar todas esas emociones con la mayor ligereza posible. Que no te rocen, que no erosionen tus recursos vitales. No dejes que las cosas te afecten.
Contémplate en un espejo y busca los más pequeños signos de negatividad, de preocupación, de fatiga o cólera. A continuación, relájate y sonríe.
Agradece tu buena salud y sé bueno y prudente procurando mejorar todos los días.
El Arte de simplificar la vida
Dominique Loreau
“Si no tienes nada que crear, créate a ti mismo”.
Carl Jung.
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