martes, 25 de marzo de 2008

Simplifica

Simplifica siempre.

  • No consientas lo que no quieras.

  • No tengas remordimientos por tirar o regalar cosas.

  • Imagina que tu casa desaparece en un incendio. Haz una lista de las cosas indispensables que comprarías.

  • Luego, haz otra lista de las cosas que no volverías a comprar nunca.

  • Deshazte de los objetos que no utilizas nunca.

  • Aplica tu experiencia a tus necesidades. En caso de duda, tirar.

  • Lo que no te haya servido en el transcurso de un año, tíralo.

  • Adopta como divisa este mantra: No quiero nada que no sea esencial.

  • Entiende que menos implica más.

  • Aprende a distinguir entre las necesidades y los antojos.

  • Simplificar no significa desprenderse de las cosas que nos gustan, sino eliminar aquello que no contribuye a nuestro bienestar.

  • Toma nota: nada es insustituible.

  • No acumules cajas vacías, bolsas o tarros.

  • Convéncete de que tu bienestar exige que te deshagas de todo lo que te irrita, aunque tenga algún valor sentimental.

  • Compra sólo cuando tengas el dinero efectivo para ello.

No hay comentarios: