- Aquieta tu mente, eleva tu corazón, medita, reflexiona, haz descubrimientos.
- Piensa, concibe, crea conecta, admite que todo empieza en tu interior.
- Piensa en el día que tienes por delante y cómo podría transcurrir con más calma.
- Visualízate al final de un día feliz, libre de estrés y productivo, relajándote y disfrutando del momento de ocio bien merecido que te brinda la noche.
- Pasea por el jardín, sube al balcón, siéntate en el porche o en el pórtico con una taza de café y aguarda el amanecer.
- Observa cuán apacible pero infaliblemente se renueva el mundo natural todos los días. Puede parecerte mentira pero el Tiempo no tiene prisa; las siete no le dicen a las seis: ¡Venga, muévete, hay que ir a un montón de sitios, ver a un montón de gente, enviar un montón de faxes!.
viernes, 9 de noviembre de 2007
¿Qué hacer antes de acostarse o justo antes de levantarse?
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