Hay que dejar que las cosas maduren, para poder extraer la quintaesencia de ellas.
Aprecia el hecho de tener poco. Admite en tu universo solamente aquello que satisfaga a tus sentidos.
No se trata de buscar “lo mejor” a cualquier precio, sino enseres fieles, duraderos y que cumplan con la finalidad para la que están hechos.
Sé firme a la hora de tirar cosas que no sirven, no hacen sino quitar especio que es tuyo y que puedes disfrutar. Un espacio vacío es más útil que uno lleno de cosas inservibles. A la hora de tirar olvida el “por si acaso”, si no lo has utilizado el último año, es que no es necesario.
Guarda solamente las cosas que guardan relación con tus necesidades inmediatas.
Tener “poco” es librarte de los titubeos a la hora de elegir. Lo que queda después de la selección se valora más. Hace más daño ver objetos inútiles todos los días, que echarlos de una vez por todas al cubo de la basura.
“Tomaos el tiempo necesario para averiguar lo que os gusta de la vida, solamente así sabréis como vivir”.
Sarah Breatnach
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