viernes, 19 de diciembre de 2008

Aprende a escuchar

Una regla de oro: “Escucha el doble de lo que hablas y si no tienes nada amable que decir, no hables”.

Las cosas no tienen más importancia que la que les damos. Habla de miseria y tendrás miseria. Habla de chistes y tendrás un coro de risas.

Respira hondo antes de hablar. Serás escuchado con más atención y respeto. Deja que los demás hablen cuando quieran y que acaben de expresar sus pensamientos.

Cuando hagas hecho algo bueno, no lo cuentes. Es mágico, porque en lugar de diluir tu placer lo conservas para ti.

No cuentes tus contrariedades, te fatigan tanto a ti como a tus interlocutores.

Niégate a entrar en discusiones metafísicas, políticas o religiosas, no hay que crearse enemigos innecesariamente.

Adaptadión de “El arte de simplificar la vida” de Domique Loreaou.

No hay comentarios: