lunes, 17 de noviembre de 2008

Meditar

Meditar significa dejarse conducir hacia el centro, hasta el punto medio. Todo lo que es fijo domina y bloquea el espíritu. Dedica algún tiempo a “ser”, sencillamente, para que tu espíritu se “recargue” en silencio.

Así te libras de tu imagen y retornas a la sensación de ser una persona renovada.

Para imponer silencio al cuerpo sirven ciertas posturas, (postura del loto, decúbito supino), una relajación completa y los ojos cerrados. Respirar lentamente y acallar la mente. Alejar de nosotros todo pensamiento por el que nos veríamos arrastrados a la reflexión. Concentrarnos en los ruidos interiores: los latidos del corazón, la respiración.Medita, encuentra el grado cero de la actividad mental y muscular.

Siente como te invade el calor y la pesadez. Habla contigo mismo: “Noto como el calor invade mi cuerpo”. Fija la sensación mediante una frase y cada vez que invoques la frase, se instaurará en ti el estado de ánimo correspondiente.

Cuando se consigue no pensar, se ha alcanzado la meta. Todo de simplifica. Han desaparecido todas las responsabilidades y todas las obligaciones. Acepta las ideas que surgen y no le concedas importancia.

“Nada que esperar, eso es lo que libera el Yo. Me parece que me había rechazado a mi mismo junto con todo lo demás que había rechazado. Hasta la pesadez corporal había desaparecido. Me daba cuenta de que no poseía nada, ni siquiera a mi mismo, y de que nada me poseía. El mundo entero se había vuelto tan trasparente, sin la menor obstrucción , como mi espíritu”.

Budismo Zen. Alan Watts.



No hay comentarios: