CREA PENSAMIENTOS DE AMOR
NO DRAMATICES
Trata de diferenciar lo real de lo imaginario, lo que realmente es de lo que te da miedo que llegue a ser. Piensa que las emociones no tienen esta capacidad de discernimiento.
Sitúate siempre en la realidad.
RODÉATE DE PERSONA POSITIVAS
Acércate a aquellas personas que te aportan bienestar. Explica tus problemas a quienes te aceptan como eres, no buscan culpables y te escuchan sin hacer juicios de valor.
FÍJATE EN
Recurre a ella para ganar serenidad. Busca paisajes llenos de belleza que te reporten sensaciones de paz y bienestar. Siéntate a contemplarlos y deja que esa calma apacible inunde tu corazón.
APRENDE A RELATIVIZAR
Trata de distanciarte emocionalmente de tus problemas, practicando la postura del observador. Contémplalos desde la distancia sin involucrarte personalmente, tal como los vería tu mejor consejero y amigo.
RÍE TODO LO QUE PUEDAS
Busca o crea experiencias alegres, te ayudarán a sentirte mucho mejor y facilitarán que evalúes tu crisis desde la tranquilidad.
QUEJARTE TE HUNDE MÁS
Transforma la queja en acción para poder resolver lo que te incomoda.
OCÚPATE DE LO QUE DEPENDE DE TI
De ti depende cómo te sientes frente al problema.
Nada dura eternamente, ni lo bueno ni lo malo. De la misma manera que caemos, nos levantamos.
LOS CAMBIOS SON BUENOS
Para cambiar de orilla, hay que atravesar el puente. No tengas miedo de las crisis. Atreverse a actuar es la mejor manera de seguir caminando.