Elimina cuanto te sea posible, note dejes invadir por los objetoa y los muebles, y luego dedica tu atención a otra cosa.
La mano que elimina es suave, pero firme.
Haz un alto y reflexiona sobre lo que podrías hacer para llevar una vida más fácil.
Pregúntate:
- ¿Qué es lo que más me complica la vida?.
- ¿Realmente vale la pena?.
- ¿Cuándo soy más feliz?.
- ¿Acaso tener es más importante que ser?.
- ¿Hasta qué punto estoy dispuesto a conformarme con poco?.
Importa más enriquecer el cuerpo en sensaciones, el corazón en impulsos y el espíritu en principios, que llenar la vida de objetos.
¿Acaso es posible recibir sin hacer antes un hueco?. No concedas más importancia a las cosas que a los valores humanos, a tu trabajo, a tu paz, a tu libertad y en general, a todo cuanto vive.
¡Qué bueno es echar todas nuestras posesiones en el portamaletas del coche y partir hacia un destino todavía desconocido!.
"Un hombre es rico por las cosas de las que sabe prescindir".
Henry David Thoureau, Walden.
El arte de simplificar la vida. Dominique Loreau.